Como cada 7 de agosto, el Santuario de San Cayetano en Orfila fue el escenario de una de las celebraciones patronales más convocantes del departamento de Junín. Miles de fieles se acercaron desde distintos puntos de la región para agradecer, pedir por trabajo y renovar su fe.La jornada fue organizada por la Municipalidad de Junín y la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora del Santísimo Rosario, y se desarrolló bajo el lema “Junto a San Cayetano, la esperanza es semilla del trabajo”. Desde la madrugada, el santuario recibió un constante peregrinar de devotos en un clima de profundo respeto, recogimiento y espiritualidad.En el cierre de los festejos, el cura párroco Matías Brain, presidió la Misa Central. Posteriormente, se llevó a cabo la tradicional Procesión de Antorchas, que reunió a toda la comunidad en un acto cargado de simbolismo y devoción.Participaron del evento los intendentes de Junín y Godoy Cruz, Mario Abed y Ulpiano Suárez, respectivamente; los senadores provinciales Mario Ana y David Sáez; el presidente del Honorable Concejo Deliberante, Ricardo Morcos; concejales y funcionarios del ejecutivo comunal.La celebración también incluyó durante toda la jornada un importante operativo de seguridad y control, coordinado entre personal municipal, efectivos de la Policía de Mendoza e inspectores de la Dirección de Bromatología. En la semana previa se dictó un Curso de Manipulación de Alimentos destinado a quienes ofrecieron productos alimenticios en los diversos puestos ubicados en las inmediaciones del santuario.
Una vez más, Junín vivió una jornada de profunda fe y sentido comunitario, celebrando a San Cayetano, Patrono del Pan y del Trabajo, en una fecha que ya forma parte de la identidad espiritual del departamento.Vale recordar que el año pasado, a través de una Resolución del Arzobispado, se elevó a Santuario Arquidiocesano el Santuario San Cayetano de Molino Orfila, además de confirmar a Brain como Rector de dicho espacio religioso, mientras dure su misión en la Iglesia de Junín
Desde muy temprano, el lugar se convirtió en un lugar de permanente peregrinaje para quienes piden trabajo o simplemente buscan agradecer.
